El 15 de abril del 2005 se
inauguraba en la Avenida de Portugal de La Bañeza la nueva sede social
del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Alubia de
La Bañeza-León. Ese día se cerraba un largo recorrido con más de 25
años a cuestas para encontrar una fórmula que protegiese el cultivo de
la tradicional alubia leonesa, impidiendo el fraude y reactivando a
los agricultores para apostar por las cuatro grandes legumbres de
consumo humano de la provincia de León: riñón, canela, pinta de León y
plancheta.
Simbólicamente, ese día también se solventaba una deuda histórica con
la localidad bañezana. Vocablo que a lo largo de decenas de años, se
había ganado a pulso ser una referencia de las legumbres de Castilla y
León y figurar en todos los inventarios de alimentos tradicionales
elaborados tanto por el Ministerio de Agricultura como por la propia
Junta de Castilla y León.
Otro factor de gran importancia y —en parte— de justicia geográfica ha
sido la inclusión de la comarca zamorana de Benavente-Los Valles en el
ámbito territorial de la denominada Alubia de La Bañeza-León (la
lección del queso de Baldeón descolgado del área de Cabrales que, por
territorio natural le pertenecía, ha servido de mucho). Ahora es más
completo el ámbito geográfico que ampara toda la provincia de León y
esa parte de Zamora. Incluye las comarcas tradicionales en el cultivo
de la alubia del Páramo, Maragatería, Tierras de León, Esla-Campos y
La Bañeza. Un total de medio millón de hectáreas de las que, hasta la
fecha, sólo 110 están amparadas por la futura IGP.
Actualmente el Consejo Regulador provisional está a la espera de que
el Ministerio de Agricultura envíe a Bruselas el reglamento y el
pliego de condiciones. Una vez que se remate este trámite, la Junta de
Castilla y León concederá la IGP transitoria con la que la alubia
podrá salir al mercado con el etiquetado del Consejo Regulador. Óscar
Herrero, presidente de la Promotora Pro-IGP, asegura que la definitiva
concesión de la figura de calidad significará un revulsivo entre los
agricultores, que podrán encontrar en este cultivo una salida que será
una de las pocas alternativas que quedan ante la mala situación del
futuro de la agricultura en la región. Uno de los campos en los que se
puede avanzar mucho dentro de la proyección y producción de la IGP
Alubia de La Bañeza-León es el de la transformación. Algunas de las
empresas envasadoras-elaboradoras que pertencen al Consejo Regulador
comercializan alubias en conserva, ya cocinadas. Un ámbito que cada
vez es más importante por su demanda y que será una de las claves del
futuro de esta legumbre tradicional.
Confusiones
Uno de los problemas que ha rodeado a la alubia de León, y a la de La
Bañeza en particular, ha sido la confusión creada por las envasadoras
sobre su origen, acentuada por la ubicación geográfica de las plantas
de envasado en territorio leonés, pero comercializando legumbres
procedentes de otras partes de España y del extranjero. Una situación
propiciada por el descenso vertiginoso del cultivo en las últimas
décadas y por el crecimiento empresarial del sector envasador. Algo
que, en buena parte, cambiará si la IGP tira definitivamente del
cultivo.
Las empresas
Las industrias acogidas son: Legumbres Eleuterio Sandoval (Matadeón de
los Oteros); Alimentos Naturales (Onzonilla); El Maragato (Astorga);
García Arconada, Legumbres Luengo, Legumbres Polifer y Vegas Bañezanas
(La Bañeza); Legumbres Pedro Álvarez (Veguellina de Órbigo); Selección
de Productos Leoneses, Seprolesa (Vidanes-Cistierna) y Coagro,
Sociedad Cooperativa, en Santa María del Páramo.
Por otro lado, la industria envasadora no descarta desarrollar líneas
de precocinado y la comercialización de productos con Indicación
Geográfica Protegida.
Las variedades
La alubia de La Bañeza-León debe sus características principales al
terreno donde se siembra, al tipo de agua, al clima y,
fundamentalmente, a la profesionalización de las prácticas
tradicionales de cultivo, que los agricultores han mantenido en las
dos últimas centurias. Estas alubias tienen una elevada capacidad de
hidratación, lo que reduce el tiempo de cocción e incrementa sus
cualidades. Su piel es menos gruesa que la del resto de legumbres y,
en el conjunto de sus cualidades sensoriales, destaca la elevada
mantecosidad. Las cuatro variedades inscritas en el futuro Consejo
son: riñón, pinta de León, canela y plancheta. Esta última es la de
menor implantación y comenzará a producir a producir a partir de la
próxima campaña. El rendimiento medio de las cuatro variedades es de
2.500 kilos/hectárea. La riñón ocupa el 60% de las hectáreas inscritas
y puede alcanzar rendimientos de 3.200 kilos/hectárea.
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