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 Estás en: "HISTORIA"

Villafranca del Bierzo y Santo Tirso
 

   "Diario de León"

Autor: Enrique Alonso Pérez
 
Hablar de Villafranca en nuestra provincia, sabiendo que se 
trata de la villa más universal, por sus propios méritos, tanto 
históricos como artísticos, siempre es una temeridad para el mentor.
La estrategia de su ubicación en la Ruta Jacobea y el privilegio 
de su homologación con la terminal de Santiago de Compostela 
han elevado su popularidad hasta un listón muy difícil de superar.


Bosquejo de una villa famosa desde el recuerdo de la fiesta del mártir.

 

Villafranca es paso y a la vez fin del Camino de Santiago, ya que, 
en casos muy concretos de peregrinos desfallecidos, se puede conseguir en ella el jubileo que se ofrece en Santiago de Compostela a aquellos que terminan el camino. Es una cuestión excepcional, pero un privilegio inmenso para la localidad.
Y por si fuese poco, la orgía arquitectónica de la calle del Agua de Villafranca y el derroche de acogimiento entre sus gentes, terminan por enganchar al viajero, al peregrino y al visitante para engrosar la nómina de amigos estables en una tierra tan "halladera".
El 28 de enero, que la Iglesia , y cerca de cuarenta pueblos leoneses, celebran la festividad del mártir santo Tirso, que fue salvajemente serrado por sus verdugos, nos ha refrescado la memoria  para atraer a nuestro Retablo algunas experiencias vividas 

en esta bendita tierra villafranquina, allá  por los años sesenta.
Las gentes se agolpaban la noche anterior, la del 27 de enero, en torno a una gigantesca hoguera  que alzaba sus potentes llamas en la Plaza Mayor. El griterío fue en crescendo hasta llegar el momento en que los materiales de combustión se convirtieron en cenizas.
Después, la verbena, con el aliciente añadido de unos sabrosísimos chorizos "entrecallados" que nadie perdonó, a juzgar por la merma casi absoluta de las grandes cazuelas que allí vimos preparar. 
Y al día siguiente, todavía con evidentes muestras de la inevitable resaca que distingue a las grandes fiestas por la intensidad de sus vísperas, la población villafranquina, bien arropada por quienes éramos sus invitados, se dispuso a procesionar al mítico Santo Tirso, abogado de las dolencias de huesos por aquello de haber sido "serrados" los suyos.

Castillo de Los Marqueses
Castillo de los marqueses


Calles sugerentes

La iglesia de San Francisco era un hervidero y el número de ofrecidos y ofrecidas que escoltaban al santo en su anual recorrido por las sugerentes calles dela villa, desbordaba todas las previsiones, eso que el día no era de los más apetecibles, pues el cielo encapotado amenazaba con mojar el ambiente, que terminó con 
una fina lluvia de la que aquí llamamos "calabobos". Nosotros, por asociación de ideas, tarareábamos 
aquella canción que aprendimos en otro Santo Tirso ( el de la ermita de Mestajas, en la Bañeza) cuando la gente cantaba:
"Vengo de Santo Tirso
vengo mojada
con la manta del burro
vengo tapada
serrana..."

La calle del Agua

Calle del Agua
Calle "del Agua"

En esta ocasión, ya sin evocaciones pretéritas, hemos recorrido por enésima vez la calle más emblemática de esta villa señorial, la que quieren llamar "de Ribadeo", pero nadie puede dejar de llamar "del Agua".
Calle encantadora en la que los buenos estudiantes que gustan de empaparse en los más mínimos detalles de la evolución de la casa española, tienen "un libro abierto" para recorrer esta evolución desde el siglo XII al XVIII.
Todas y cada una de las casas que recorremos con nuestra vista, nos transportan a épocas y lugares cuyo misterio flota en el ambiente.
El silencio, cómplice de nuestra admiración y respeto, nos deja disfrutar de la arquitectura morisca del siglo XV, en una de sus casas; de la severa traza del convento de Agustinas Recoletas de San José; de la historia hecha heráldica a través de los blasones en el palacio de los marqueses de Villafranca, del barroco reflejado en el palacio del obispo Torquemada... y por si no bastase, un baño de romanticismo al llegar al número 15 de la calle, la casa donde nació nuestro nunca bien ponderado poeta y novelista, el inigualable Enrique Gil y Carrasco.

Gil y Carrasco, un leonés universal

El escritor del señor de Bembibre vivió en el edificio que ahora es el número 15 de la calle "del agua". El genial escritor y poeta berciano del siglo XIX homenajea a la localidad y la comarca en que vivió en la no menos interesante novela romántica El señor de Bembibre, historia de amores vista desde los cánones del romanticismo; es decir, con la exageración propia de este movimiento literario.
Y allí, ante la fachada de aquella casa nominada con el recuerdo del nacimiento de este gran romántico, no nos resistimos a dejar constancia del arraigo leonés que distinguió a nuestro paisano de las letras a lo largo de su vida y de su obra.
Nada mejor para ello que evocar unos pocos, de los muchos apuntes que dejó escritos, cuando la nostalgia de su tierra le hacía comparar lejos de sus fronteras, los paisajes y costumbres con cada lugar de sus recorridos juveniles. Gil y Carrasco, leonés universal, fue uno de los mejores embajadores de la comarca del Bierzo de toda la historia, si no el mejor.


Diario de Viaje

Para ello nos remitimos a su sencillo Diario de Viaje, que camino de Berlín, escribió a su paso por distintas poblaciones:
"Bruselas, 10 de agosto de 1844. El poeta se asoma a la torre de la catedral:... semejante panorama nada tiene de común con el que ofrecen las torres de la catedral de León..."

"Bonn, 5 de septiembre: ... En el camino, sobre todo en la perspectiva de las siete montañas, he encontrado grandes semejantes con otras escenas iguales de España, sobre todo de León".

"Coblenza, 8 de septiembre. ...Estos bosques, de cuya verdura y lozanía sólo he hallado ejemplo en algunas de las montañas del Bierzo, y sobre todo entre Peñalba y Montes..."

"Desde el lago Laach, el 10 de septiembre: ... Traíame a la memoria el lago de Carucedo y los paseos que he dado por sus orillas, pero por mucho que me complaciera el que tenía delante, recordaba con gusto el de mi país, mucho más grande, más variado y más hermoso".

Fiesta del Mayo

Fiesta del Mayo en Villafranca









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